sábado, 5 de julio de 2008

Bilbao Metropolitano

De vuelta por estos rumbos... He llegado a Barcelona en lo que quizá haya sido el viaje más tortuoso que haya tomado hasta ahora... falta ver cómo me va en la ida a París :'(... Pero detallaré eso al final de esta entrada; por lo pronto continúo con mi relato sobre la experiencia bilbaína...

Resulta que me encuentro en tierras españolas por razones muy circunstanciales. La idea era que repitiera el verano en Harvard, como la vez de 2005, para aprovechar la última materia optativa que me queda en la maestría que estoy cursando, pero en inicios de este año me entero que el curso que daría Harvard en 2008 es exactamente el mismo que tomé hace 3 años, y considerando que la opción Georgetown no me latía mucho, opté por tomar el curso Bilbao-Barcelona.. Tons heme aquí

Dicho lo anterior y retomando en donde me quedé la vez pasada, empezaré por comentarles que tuvimos una visita a otro de los orgullos del nuevo "Bilbao Metropolitano" (que permítanme señalar que si bien es cierto que el proyecto de reestructuración citadina les está quedando muy bien, de repe como que le ponen mucha crema a los tacos y el metro es una muestra de ello... digo, está bien que haya sido diseñado por Norman Foster y todo el rollo, pero pues no dejan de ser dos líneas sencillas que casi casi van en línea recta). El caso es que tuvimos oportunidad de conocer el centro de operaciones principal y conocer un poco más sobre la logística que hay detrás de este tipo de infraestructuras de transporte público.





Posteriormente nos dejaron acceder a una de las cabinas de conductor en plena operación lo cual estuvo padre porque en verdad es distinta la sensación de ir viendo los rieles mientras avanzas. Claro que entre los que íbamos no faltó el clásico mexicano con "puedo manejarlo?", a lo cual obtuvo una respuesta igual de tácita que aquella que diera Homero J. Simpson a Bartolomeo y Lisa cuando le insistían en que los llevara a Monte Splash: "No".

En el último día en Bilbao, una vez concluidas las exposiciones del día, nos llevaron a 2 lugares en las afueras de la ciudad. La primera un lugar con vista panorámica increíble denominado La Arboleda, en donde el concepto de "calidad de vida" adquiere una connotación especial. Un complejo de áreas verdes y pequeños espacios deportivos y recreativos que realmente lograban hacerte olvidar a la metrópoli.
De ahí nos dirigimos a otro sitio histórico para los locales, en el que se nos explicó que yacían los vestigios de lo que fue la última gran mina del País Vasco. De aquí llamaba particularmente la atención el color azul turquesa del agua remanente al final del precipicio, que supusimos se debe a la exposición mineral.




Algo curioso que me ocurrió después de haber regresado a la ciudad fue que, dado que tenía que hacer tiempo en lo que llegaba la hora de salida a Barcelona porque ya había hecho el check out en el hotel, decidí matar el tiempo recorriendo algunos puntos finales en metro y tranvía; sin embargo, en uno de mis trayectos me vi en la necesidad de cruzar una avenida a través del túnel subterráneo que se muestra en la foto.
Al recorrer dicho pasillo no pude evitar recordar la turbia escena de "Irreversible", lo cual me hizo sentir lo que Carlitos Espejel inmortalizaría con su frase "mello, mucho mello"...
Digo, claro que estoy consciente que no tengo las nalgas ni las bubis de Mónica Belucci ni mucho menos, pero como quiera uno nunca sabe, jejeje...

Y pues fue así como concluyó la primer semana de mi estadía en España... Dejaré para la siguiente entrada la odisea que implicó el viaje en tren a Barcelona, así como una especie de "entrada especial" (sin albur, eh) en la que describiré algunas cosas curiosas que descubrí y que no he dicho hasta el momento... algo así como el submenú de "Características Especiales" que viene en casi todos los DVD's, jejeje

Ciao

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