jueves, 1 de mayo de 2008

Contrastes








Mientras el equipo con la mejor directiva, profesionalismo y planeación de los últimos años levantaba nuevamente la copa CONCACAF, un nuevo título para sus vitrinas, el equipo más popular de México (con la pena, pero para bien o para mal lo es) ratificaba en el Estadio Azteca la crisis más profunda y severa desde su fundación. Quizá de lo peor que se ha visto en un equipo en toda la historia del futbol mexicano.

Para variar, Pachuca, en un gesto que engrandece aún más a dicha institución, dedica el título a los de Coapa a fin de solidarizarse con dicho club en lo que ya sin duda es una auténtica desgracia. Desgraciadamente, a diferencia de los señores Jesús Martínez y Enrique Meza, no se puede decir lo mismo de clubes como Pumas, Atlante, Necaxa, Tecos, Veracruz y Morelia por las razones ya conocidas. Pero en fin. El caso es que las cosas caen por su propio peso y hoy el Club América está pagando, y muy caro, su mala planeación y la anteposición de negocios e intereses por encima de su institución.

Ayer, Romano hizo lo que debieron haber hecho él y el 80% de los jugadores del equipo: Removerse su playera, entregarla a la afición y pedirle una disculpa, reconocer que su capacidad no es suficiente para estar en este equipo, hacerse a un lado en forma definitiva y desearle la mejor de las suertes a los que estén por venir. La vergüenza deportiva es lo único que no se debe perder y este equipo la perdió desde hace mucho. Ante el Flamengo quedó demostrado que el mejor esfuerzo no siempre es suficiente y Rubén terminó por reconocerlo teniendo ya bajo sus hombros la estadística de haber consumado la obra del peor América de su historia, un récord que será muy difícil de superar.

No queda más que esperar la consumación de las siguientes dos derrotas y conocer al fin la ya ansiada reestructuración...

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